Cómo ser madre soltera sin sufrir: vencer el miedo es lo primero
Maternidad mujer soltera vs maternidad mujer casada
Cuando una mujer casada o en concubinato se entera de que está embarazada, comparte la noticia con su compañero que acoge la novedad con alegría. La llama, la llena con palabras deliciosas y crea una trama afectiva que contiene a la madre.
Cuando una mujer soltera se entera de su embarazo, ocurre lo contrario.
Mientras miramos el test en el baño, explotan las preguntas:
- ¿Qué voy a hacer?
- ¿Cómo se lo digo?
- ¿Qué va a pasar?
El miedo a quedarnos solas deja de ser imaginado para volverse real si la pareja, la misma tierna pareja con la que una disfruta su cuerpo y su cotidianidad, dice que no quiere ser padre.
No está preparado.
No se siente cómodo con la idea de ser padre. Así: Cómodo con la idea de ser padre.
Acabada la discusión con la pareja, las mamás solas buscamos con quien hablar. Llamamos a la familia, a los amigos, y contamos lo que sucede.
- ¿ya pensaron en el nombre?
- ¿dónde van a colocar las cosas del niño?
- ¿qué decidieron hacer con el trabajo?
- ¿Qué vas a hacer con el trabajo?
- ¿Pensaste todo lo que gasta un niño?
- ¿Qué decidiste hacer con...?
La certeza de los cuentos de hadas
- las mamás creamos que la maternidad es un castigo por algo que hicimos "mal" (¿pero no te cuidaste?) y nos sentimos como las únicas responsables de ese acto y merecedoras del desprecio del hombre que fue nuestra pareja.
- las mamás pensemos muchas veces en el aborto como "solución" para evitar complicaciones y que nada cambie.
- las mamás sintamos una inmensa desdicha junto a un intenso deseo de dar vida, que nos lleva a vivir los primeros momentos en continua contradicción.
Esa persona o texto o película nos ayuda a descubrir que no es necesario tener todo resuelto, y que cada cosa se solucionará a medida que avancemos. Que, como en el juego de cartas La conga, aunque nuestras cartas parezcan malas, podemos descartarnos en el juego de otros o, incluso, ganar a último momento.
Vencer el miedo para ver al bebé que llega
Un embarazo nunca debería recibirse con dudas. Es cierto que las transformaciones dan miedo. Pero sentir miedo no indica que todo vaya a ser malo. Uno no puede elegir qué siente, pero sí puede elegir qué hacer con eso que siente.
Voy a contarte algo: los hombres y mujeres que amamos la vida tenemos lo esencial para ser buenos padres. No importa si estás en pareja o no. Los buenos padres, aunque metan la pata muchas veces, educan hijos felices y responsables consigo mismos.
Por esto, la primera tarea de una madre soltera es enfrentar el miedo.
El miedo muchas veces impulsa a tomar decisiones que no son libres (en cuanto están guiadas por el miedo). No tienes que poder con todo ni saber ahora qué sucederá de aquí en adelante. Un paso por vez. Respira hondo, enfrenta al miedo y aprende a descubrir las oportunidades.
Por otra parte, ninguna madre soltera tiene que mantener a su hijo sola. Aprende a pedir los apoyos que tu hijo necesita para tener una vida sana. La nueva situación invita a crear nuevas respuestas. A exigir los derechos que tu hijo tiene.
Salvo que hayas violado a tu ex pareja para tener sexo, él es tan responsable como tú de sacar a tu hijo adelante. Aunque sea con un apoyo económico. Legalmente eso lo puedes conseguir yendo a las oficinas correspondientes del juzgado de familia. No es para ti, es para el bebé que llega. Si no tienes para un abogado, ellos te proporcionan uno. O puedes ir a la Facultad de Derecho, que tienen un departamento de servicio gratuito para personas con pocos recursos.
No tengas miedo. Esto que vives es una oportunidad para conocer a la persona con quien estabas. También lo es para animarte a crecer. A comenzar a crear tu vida con consciencia, responsabilidad, alegría.
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