
Si en Navidad me regalan una retroexcavadora gigante, capaz de tirar por tierra todo lo que tengo ganas de tirar, no la quiero. Gracias.
Aunque funcione a la perfección. Aunque al limpiar ciertas zonas de la casa me quejo de no tener una. Aún así, no entra en casa.
Gracias.
Ocurre que
Lo que es útil en un ámbito, puede ser inútil en otro.
Cuando hablamos de retroexcavadoras dentro casa, esto parece obvio.
Pero si hablamos de educar a nuestros hijos, no tanto.
Imaginate pasando un momento complicado en el vínculo madre-hijo.
Por ejemplo:
- No hay manera que tu hijo comprenda los límites que indicás.
- O su llegada a casa siempre inicia una batalla campal entre hermanos.
- O busca la manera de torcer el acuerdo que recién pactaron.
- O lo que sea.
¿Por qué asumís que ese consejo -dado con buena voluntad- te sirve?
Quizá es como la retroexcavadora: muy útil en ciertos ambientes pero un obstáculo serio en tu casa.
Acordate: No todo lo que funciona te sirve.
Pero ahí estamos nosotras, madres a tiempo completo. Agotadas por batallas cotidianas y buscando consejos ajenos que iluminen nuestro camino al educar a nuestros hijos.
¿Querés que te de un consejo?
No sigas consejos.
(Salvo ese, por cierto)¿Por qué digo: "no sigas consejos"?
1.- Porque los consejos no aconsejan. Mandan.
Yo que vos haría.
Lo mismo. Una orden disfrazada de libertad para elegir.
2.- Porque los consejos no sirven.
Te ve angustiada, sobrepasada de revoluciones, y necesita ayudarte a que mejore el vínculo con tu hijo.
Aconseja de la mejor manera que sabe. Lo hace pensando que es lo mejor para ti.
Mirate a tí misma cuando das consejos.
¿No tratás de hacerlo para ayudar?
La misma intención tiene el otro, pero:
Está demostrado que el 99,9% de los consejos son bienintencionados e ineficaces.
Así funcionamos.
3.- Porque los consejos mienten.
Quizá por un rato, soluciona.
Quizá durante un tiempo largo el problema se acaba. Pero surgirá por otro lado, disfrazado de otra cosa y con más fuerza.
Conducir la educación de tus hijos por consejos de otros, es como tocar una de esas piezas muy derechitas de solitario. Si no tenés en cuenta que esa pieza toca a otra, que toca a otra, y a otra, todo cae.
Un consejo absurdo y útil.
Adoro dar consejos, quiero que lo sepas. Tanto me gusta, que me puse a escribir un blog. Y un consejo que considero útil es: 
"tenés que crear las condiciones para que ocurra".
Voy a demostrarte que es absurdo.
Porque, ¿qué es "crear las condiciones"?Imaginate que estás esperando una carta del exterior que confirme un trabajo que solicitaste. Alguien te dice creá las condiciones para que ocurra, y vos -todos los días- vas al correo a averiguar por la carta. Pero no llega.
Te comprometés aún más con tu deseo de recibirla e instalás un buzón en tu casa. Ahora, en lugar de ir al piso, tiene un lugar pensado para ella. Tampoco así llega la carta.
Cualquiera sabe que no por mucho querer recibir una carta, ésta llega.
Y no por mucho crear condiciones ocurren los cambios.
Se precisan "otras cositas".
Aunque el consejo sirva para muchos, no resulta útil en esta situación (al menos no como lo está llevando adelante la persona).
Un consejo que sirve para todos, no sirve para nadie.
Por eso insisto: cuando críes y eduques a tus hijos, no te guíes por consejos ajenos.
Transformá UN consejo en TU consejo.
Cuando recibas un consejo, agradecé y quedate quietecita un rato.
Después, te parás en un banquito y lo mirás desde otra perspectiva:
- ¿Qué quiere decir este consejo para mi?
- ¿Me sirve ahora, en esto que vivo?
- Si creo que puede ser útil, ¿cómo lo adapto a la situación que me ocupa?
La clave está en contextualizar lo que te dicen.
Para cerrar el artículo (no el tema).
- Aunque seas madre primeriza.
- Aunque creas que todos los otros saben hacerlo mejor que tú.
- Aunque quien te de el consejo sea la doctora pediatra psicóloga nutricionista y fantástica mujer X.
- Aunque sea lindo lo que dice.
- Aunque el lugar donde lo escuchaste fue un ambiente maternal, cálido y acogedor.
No todos los consejos te sirven.
Y está bien así. No todo va contigo, con tu cuerpo, tus creencias, y eso no te hace mala madre. No hay tal cosa en una madre en obra.
Hay quienes creen que hay una mejor manera de educar hijos: la que dicen ellos.
Y no es así, madreenobra.
No hay un único y mejor método para parir, amamantar, criar, educar hijos.
Todo lo que no va contigo, lo que te genera estrés, lo que no está contextualizado a tu manera de vivir, es carga.
No se llega a ser madre por tener hijos o criarlos descalzos o amamantarlos hasta los x años.
Madre se es, ahora, así como sos y como te vas creando en la marcha.
Se es madre mientras transitamos cada momento de la vida con los hijos de la mejor manera que nos sale.
No lo olvides. No sigas los caminos únicos y mejores.
Frustran a la mayoría de las madres y le quitan la confianza.
Tenéte paciencia cuando "metas la pata", y seguirás aprendiendo.
Tu cambio es el camino.
Comentarios
Publicar un comentario