
Hombre cansado, pelea; dice el refrán.
Y mujer cansada, también.
Si llegás a casa agotada, te conviene tener un plan de emergencia alternativo. Ayudará a canalizar la energía desbordante de tus hijos.
Advertencia:
Funcionan si son esporádicos.
Si cada día que llegás el encuentro es igual, dudo que te funcione.
Otra cosa:
Explicá a tu hijo la propuesta en términos positivos. Por ejemplo, que estás tan cansada y necesitás dormir. Pero, como también querés estar con él, se te ocurrió un plan especial para que tu cuerpo descanse un poco mientras se divierten juntos.
Aquí dejo algunos de los planes que funcionaron con mi hija.
El juego de “la tele”
Propuesta:
Recostarte en el sillón a mirar "programas" que organizan tus hijos.Tentador, ¿no?
Para jugar:
Delimitá una zona del living que será "la tele". Podés poner una mesa, sillas y que traigan todo lo que crean necesario (después, ordenar en clave de juego es sencillo).
Recostate en el sillón con una cajita (control remoto), y disfrutá el programa. 
Variación de programas:
- El informativo: Los periodistas hablan sobre lo que hicieron durante el día.
- El tema de hoy. Con sus libros, juguetes, etc., te explican temas que les gustan. (Con mi hija aprendí mucho sobre los dinosaurios. Le resultaban fascinantes).
- La hora del cuento: Te leen/hacen un cuento que les gusta. Puede ser con títeres (o muñecos) y se transforma en película.
Recomendaciones:
- Permití que haya despliegue de vestuario y objetos.
- De vez en cuando, hacé un comentario sobre la noticia., pero no podés corregirla. (Tú estás en casa y ellos en el estudio de televisión).
- Usá el control para subir/bajar el volumen y, si son varios niños con programas diferentes, cambiar de canal.
- Acabá el juego suavemente antes que se agoten. Por ejemplo, usá un "Uy, qué tarde se hizo. Miro un poquito más de tele y me voy a (lo que sea que vas a hacer)".
- Agradecé que esta vez jugaron a lo que tú propusiste, y ayudá a guardar.
“Mudos por un rato”.
Si llegás con la cabeza pesada y necesitás silencio, este puede ser un juego para ti.
Propuesta:
El típico Dígalo con mímica. 
Por unos minutos sólo se puede realizar comunicación gestual. 
Preparás la merienda, guardás las cosas del jardín, etc. con mímica y señas.
Recomendaciones:
- Tenés que meterte en el juego.
- Hacé caras de payaso, de que no entendés nada, etc.
- Aprovechá para hacer gestos grandilocuentes que, a la vez, te estiran.
- Incorporá tonterías que se te ocurran.
- Y, de nuevo, cortá el juego antes que se agote y agradecé que hayan jugado.
Un Plan Z
Un día terrible en que sólo quería tirarme en la cama con los ojos cerrados, nació el juego de “La momia”. Por increíble que resulte, me dio resultado.
Propuesta:
Ella era la arqueóloga y yo sería la momia que estaba en una pirámide. 
Para jugar:
Prepará un ambiente que te descanse (luz indirecta, música suave que te guste, recostate en la alfombra o cama).
La arqueóloga tiene que descubrir los secretos de esta momia. 
A cada zona del cuerpo que toca, ocurre algo.
Por ejemplo:
- Toca la nariz, levantas una pierna.
- Toca la pierna, sacas la lengua.
- Toca el abdomen, le haces cosquillas.
- Y así, lo que se te ocurra durante ese rato.
Recomendaciones:
- Cerrá los ojos y descansá, pero no te duermas en el juego.
- Incorporá tonterías que se te ocurran.
- Cortá el juego antes que se agote.
- No te olvides de agradecer su disponibilidad para jugar a lo que propusiste.
Plan Z.Z (el regreso)
Invitá a un amigo del jardín a merendar y jugar en tu casa. 
A mi me funcionaba. Si tenía con quién conversar y jugar, no demandaba tanto mi atención.
Conclusión.
Se trata de cuidar de ti y cuidar del vínculo con tus hijos.
Me gustaría leer cómo haces tú esos días terribles. Vamos, madrenobra, compartí tus ideas.
Me gustaría leer cómo haces tú esos días terribles. Vamos, madrenobra, compartí tus ideas.
A más ideas, mejores posibilidades de salir airosas en situaciones de este tipo. Nos ayudará a mejorar nuestra manera de vincularnos. 
Porque las madres en obra sabemos que
tu cambio es el camino.
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