
Antes, recordá que vivir conflictos no es sinónimo de violencia.
Transitar los conflictos forma parte de nuestra tarea en la creación de vínculos humanos.
Así que, empecemos con las pautas para encauzar el conflicto y, para eso, precisamos reconocer:
- Quiénes participan
- Identificar el problema
- Identificar sentimientos
- Cómo transitarlo
- El cambio es el camino
Primero: ¿A quién afecta el conflicto?
¿Quiénes están directamente involucrados en la disputa?
Esto es lo primero que debe quedar claro: los directamente involucrados.
- Si quienes están en disputa son tus hijos, ayúdalos sin tomar partido. Facilita que se escuchen el uno al otro.
- Si eres tú una de las involucradas, evitá extender el conflicto a otros integrantes.
Las personas tendemos a crear alianzas.
Clave 1: No busques alianzas. Sólo demoran la solución.
Una herramienta:
A veces, invitar a una tercera persona para canalizar el conflicto, es una ayuda.
Eso no es crear alianzas porque esta persona no toma postura. Su rol es facilitar la escucha entre los participantes, para que lleguen a acuerdos.
Segundo: Identificar el problema.
Aunque dos personas discutan sobre un mismo tema, no tienen por qué hablar sobre el mismo problema.
Por ejemplo: El tanque vacío en el auto.
- Para A el problema es que no llegó a tiempo a buscar los chicos en la escuela, porque tuvo que desviarse hasta la estación de servicio.
- Para B, es que no pudo cargar nafta porque no sabía que A había terminado el dinero en la cuenta común.
Clave 2: Identificá cuál es el problema. ¿Qué van a discutir?
La identificación del problema no es el único inconveniente al hablar.
El marco de referencia
Las personas crean tramas desde donde miran el mundo. Cada uno tiene un punto de vista diferente de otro ser humano. A no ser que estés atenta sobre lo que piensas, sientes, actúas, lo harán por ti tus entramados teóricos.
Y tu postura ante el problema estará influida por el lugar desde donde ves la realidad.
Por ejemplo, si desde tu entramado interpretas que no comunicar el gasto del dinero es una falta de respeto, te sentirás mucho más afectada que si lo interpretas como un olvido del otro.
Los lugares desde donde miramos, hacen que uno no comprenda lo que el otro dice. Tu contrincante no ve lo que tú ves. Bien.
Ahora: ¿tú ves lo que la otra persona ve?
Probablemente, tampoco.
Una herramienta
- Hablar por turnos. Primero uno explica qué cree que sucede y el otro escucha. Luego cambian los roles.
- Creer en el entramado del otro. Es difícil, pero ayuda tomar distancia de lo que sientes y tratar de creer que el otro dice lo que ve.
Pero, de tan sencillo, es difícil.
Cuando discutimos estamos ocupados en enojarnos y culpar al otro.
Por eso necesitas leer el tercer punto.
Tercero: Identificar sentimientos.
Cuando estamos al comienzo del conflicto sólo vemos la solución desde nuestra perspectiva.
Esta perspectiva del problema y su solución se forma, entre otras cosas, de acuerdo a cómo nos afecta el hecho.
Es muy importante tratar de aclarar cuáles son los sentimientos. Es cierto que lo que uno siente, lo siente. Pero uno puede decidir actuar sin dejarse guiar por ese sentimiento.
Clave 3: Limpiá lo que sentís y volvé al objetivo: recuperar la posibilidad de construir familia.
Imaginá que sientes mucha bronca. La sientes. Enojo, rabia, destrato, frustración.
Probablemente la otra persona también tiene sentimientos terribles hacia lo que pasó.
Y si por tu cabeza pasan frases estilo:
- ¿Quién se cree que es?
- ¿Me está desafiando?
- ¿Pero cree que soy boba y no me doy cuenta?
Desde esos sentimientos buscarán lastimarse uno al otro. Esa postura estropea la posibilidades de llegar a un punto de encuentro.
Una herramienta
- Tomen distancia afectiva.
Sí. Boxeadores a las esquinas.
Proponé hablar en otro momento, cuando estés más tranquila.
No un "otro momento" cualquiera,
Fijen fecha, lugar y hora. Porque, si el tema no se vuelve a tratar, es una manera de esconderlo bajo la alfombra.
Alejarse afectivamente, es decir, una pausa que permita retomar la conversación con los sentimientos canalizados.
Cuarto: Cómo transitar el conflicto
Si no canalizas los sentimientos, el conflicto se personaliza.
Y aquí sí se arma "la gorda"
Una vez parapetados en el lugar de lo personal, sentís que no podés perder.
Comienza un juego de poder. Esto hace perder de vista el conflicto original. Ahora lo que importa es derrotar al otro.
¿Cómo sabés si estás en esta lucha de poder?
Observá lo siguiente:- ¿Hacés descripciones usando generalizaciones o insultos?
- sos un egoísta;
- desconsiderado;
- siempre hacés lo mismo;
- nunca respetás nada.
- ¿Buscás culpas teniendo como referencia conflictos y dolores pasados?
El cómo seguiremos se borró del horizonte.
Tenés que enfocar en el punto de desencuentro para buscar caminos hacia el futuro. 
Alejate de la lucha de poder.
Cambiá la manera de plantear el asunto.
Por ejemplo, alejate de la zona conocida (tu entramado) y ubicate en la perspectiva del otro.
¿Cómo viviría la situación si yo fuera el otro?
Este ejercicio crea la posibilidad de:
Como somos diferentes, necesitamos ponernos de acuerdo. Así de simple.
Y claro que no es fácil. Menos con la mala fama que tienen las discusiones hoy en día.
De tan poco que practicamos transitar los conflictos, las personas terminamos
Una vez que inicias la caminata del cambio, no la dejes.
¿Y qué tienes que revisar y -de acuerdo a lo que ves- decidir si vas a cambiar?
Para ayudarte en el primer punto, este artículo dio pautas para que pienses los conflictos desde otro lado.
Para el segundo punto, cuando enfrentes un conflicto tratá de transitarlo teniendo en cuenta lo que te propongo. Es decir, practicá.
Mirá, madrenobra.
Fromm dijo que el amor es un arte, y exige conocimiento y esfuerzo. (Dejo el libro en PDF)
Clave 4: Se trata de GANAR-GANAR, no de ganar-perder.
Una herramienta:
Por ejemplo, alejate de la zona conocida (tu entramado) y ubicate en la perspectiva del otro.
¿Cómo viviría la situación si yo fuera el otro?
Este ejercicio crea la posibilidad de:
- comprender qué es lo que afecta al otro
- explicar con claridad qué es lo que nos afecta a nosotros.
El cambio es el camino.
Como somos diferentes, necesitamos ponernos de acuerdo. Así de simple.
Y claro que no es fácil. Menos con la mala fama que tienen las discusiones hoy en día.
De tan poco que practicamos transitar los conflictos, las personas terminamos
- rompiendo vínculos porque evitamos discutir.
- rompiendo vínculos porque discutimos desde la violencia.
Hay que aprender y practicar esto de vivir junto a otros.
Una vez que inicias la caminata del cambio, no la dejes.
¿Y qué tienes que revisar y -de acuerdo a lo que ves- decidir si vas a cambiar?
- tu manera de pensar y
- tu manera de actuar (los hábitos).
Para ayudarte en el primer punto, este artículo dio pautas para que pienses los conflictos desde otro lado.
Para el segundo punto, cuando enfrentes un conflicto tratá de transitarlo teniendo en cuenta lo que te propongo. Es decir, practicá.
Mirá, madrenobra.
Fromm dijo que el amor es un arte, y exige conocimiento y esfuerzo. (Dejo el libro en PDF)
Convivir, que es el donde se pone en práctica el amor, también es un arte.
En conclusión.
- Precisas identificar a quiénes afecta el conflicto, y no extenderlo a todos.
- Necesitas conocer cuál es el asunto.
- Escucha por qué importa al otro lo que le importa. Es decir, traten de aclarar los intereses de cada uno.
- Descubrí cuáles son las necesidades mínimas. Es decir, lo mínimo a cuidar para que ambas partes puedan comenzar un acuerdo.
Madrenobra, compartí el artículo con otras personas. Puede ser útil para cuando tengan que transitar conflictos. 
Gracias.
¡Hasta la próxima!
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