Tengo presente que en un vínculo intervienen muchísimos factores. Cualquiera de ellos puede afectar, a lo largo del tiempo, la educación de los hijos.
Pero hay 3 elementos básicos que, de no tenerlos en cuenta, ponen en peligro a tarea educativa.
El cambio es parte de la vida familiar, por eso necesitás actualizar la información.
¿Conoces a las personas con las que vives?
Nombrar a quienes habitan en casa, no es saber con quién vives.
Una de las claves para educar es no perder el lugar de referencia.
Esto quiere decir que tu hijo tiene en cuenta tu opinión o, y esto es más difícil, te busca para consultarte.
Mientras tu hijo es chico, naturalmente va a ti. Pero a medida que crece y amplía el círculo de contactos, tenés que marcar presencia.
1.- Decide, no reacciones
No existe una mejor manera de educar a tu hijo. Lo que existe son personas conectadas en un vínculo que, a cada momento, se crea y recrea. Seguir pautas de otros, métodos que en el fondo sólo indican Cuando pase tal cosa haz tal otra, es reaccionar. No decidir teniendo en cuenta el contexto y el vínculo. 
Mirá. La vida es como es y hay un tiempo para cada cosa. Un tiempo para leer, informarse, aprender, y un tiempo para crear, hacer, poner en práctica.
Es prioritario arriesgarse y actuar. Hacer tu camino. Tienes que usar lo que leíste, pero no tal cual como fue dicho.
Es prioritario arriesgarse y actuar. Hacer tu camino. Tienes que usar lo que leíste, pero no tal cual como fue dicho.
Usa la información como faro, no como piedras que debes pisar una a una para llegar al destino
Este es un error gigante de quienes siguen métodos paso a paso. Nunca tu situación familiar va a ser como la que se describe. Quienes escribimos textos lo hacemos en forma amplia, sin enfocar específicamente en el contexto que se produce tu vínculo.
Sí. Hay información que te servirá, pero tienes que improvisar.
A medida que tu hijo crece, surgen dudas y nunca vas a sentirte del todo lista.
Sí. Hay información que te servirá, pero tienes que improvisar.
A medida que tu hijo crece, surgen dudas y nunca vas a sentirte del todo lista.
- ¿Cómo le pongo límites?
- ¿Permito que vaya al baile o no?
- ¿Dejo que haga tal cosa o lo impido?
La lista de decisiones cotidianas es larga. La tentación de seguir informándote hasta encontrar algo mejor a las herramientas que tenés ahora, es nefasta.  
Mira la situación. Reconoce aspectos claves que vive tu hijo en este momento, Chequea lo que sientes y largate a crear tu camino. La base está en eso:
Mira la situación. Reconoce aspectos claves que vive tu hijo en este momento, Chequea lo que sientes y largate a crear tu camino. La base está en eso:
- Sentí,
- Observá,
- Decidí.
- Actuá.
No esperes lo perfecto, aprendé en la marcha
Actualiza la información
Las familias cambian y cambian sus integrantes. ¿Recuerdas el artículo de conflictos familiares?El cambio es parte de la vida familiar, por eso necesitás actualizar la información.
¿Conoces a las personas con las que vives?
Nombrar a quienes habitan en casa, no es saber con quién vives.
Una de las claves para educar es no perder el lugar de referencia.
Esto quiere decir que tu hijo tiene en cuenta tu opinión o, y esto es más difícil, te busca para consultarte.
Mientras tu hijo es chico, naturalmente va a ti. Pero a medida que crece y amplía el círculo de contactos, tenés que marcar presencia.
¿Qué es marcar presencia?Para actualizar la información sobre tus hijos, no te sientes una noche con una lista de preguntas para que responda. Eso da una información superficial.
Básicamente, tener cercanía. La suficiente como para que tu hijo se sienta cómodo y comparta contigo cosas que vive, sin que tú necesariamente preguntes.
Si bien parece que es tu hijo quien se acerca, en realidad fuiste tú quien creaste la confianza para ello. ¿La clave? Tener información actualizada.
Conviene:
- Preguntar, abiertamente a veces y otras sutilmente, sobre temas que te preocupan.
- Observar su comportamiento, crear espacios para hablar (preparar un café, salir a caminar, etc. puede ayudar)
- Conocer algunos de sus vínculos y hablar con ellos de todo un poco. Aquello de dime con quién andas...
Pues la clave no es hablar tú, sino escuchar. 
No sólo ver sino observar. 
Y unir la trama de datos para ir actualizando información.
Así que
¿Qué deseas comunicarle sobre la vida?
Un horizonte nunca es un punto. No puede definirse con una única expresión, así que no te preocupes si no tienes esa claridad.
Pero tienes que aclarar la orientación que deseas. El hacia dónde quieres conducir a tu hijo.
Resulta desagradable la palabra, pero educar exige conducir. De eso se trata educar: de acompañar el proceso de tu hijo mientras no puede conducir su vida y de ofrecer herramientas para que pueda hacerlo por sí mismo.
Pero para eso
Aunque no estés pensando cada día, te nace actuar en esa línea.
Define tus propósitos educativos, que es mucho más que hacer.
Muchos padres hacen:
Pero, si observas bien, no todos los padres hacen de la misma manera lo que hacen.
El cómo hacen lo que hacen genera diferencia entre la educación que dan los diferentes padres. ¿Cómo lo hacen?
Entonces, ¿cuál es el para qué? ¿Para qué hacen lo que hacen?
Hay un diálogo en la novela Alicia en el país de las Maravillas que lo encuentro genial para explicar lo que deseo:
Pues entonces, tienes que clarificar tu horizonte.
Así que, madrenobra, si se te perdió el horizonte, trata de darte unos minutos para recuperar esa visión.
En otros artículos te daré pistas para recuperar tu norte, si es que lo perdiste.
¡Hasta pronto!
- ¿Qué es lo que les interesa? ¿Cuáles son sus sueños, deseos?
- ¿En qué serían capaces de invertir su vida? Su tiempo es su vida, ¿cómo lo usan?
- ¿Qué leen, que piensan, qué creen?
- ¿Aún les sigue interesando el tema X que el año pasado les obsesionaba?
- ¿Están enamorados? ¿Cómo actúan ante la persona que aman?
- etc.
Tienes que actualizar la información de los integrantes de tu familia
Elige un horizonte a dónde ir
Eres madre, tienes un hijo, ¿y ahora? ¿Cuál es tu proyecto educativo?, por llamar de alguna manera a la crianza de un hijo.¿Qué deseas comunicarle sobre la vida?
Un horizonte nunca es un punto. No puede definirse con una única expresión, así que no te preocupes si no tienes esa claridad.
Pero tienes que aclarar la orientación que deseas. El hacia dónde quieres conducir a tu hijo.
Resulta desagradable la palabra, pero educar exige conducir. De eso se trata educar: de acompañar el proceso de tu hijo mientras no puede conducir su vida y de ofrecer herramientas para que pueda hacerlo por sí mismo.
Pero para eso
tienes que saber qué vas a comunicarPorque, cuando tienes un horizonte en el foco, todo lo demás se alinea a esa intención.
Aunque no estés pensando cada día, te nace actuar en esa línea.
Define tus propósitos educativos, que es mucho más que hacer.
Muchos padres hacen:
- hacen que el niño obedezca
- hacen que aprenda en la escuela
- hacen que se vista, coma, disfrute, etc.
Pero, si observas bien, no todos los padres hacen de la misma manera lo que hacen.
El cómo hacen lo que hacen genera diferencia entre la educación que dan los diferentes padres. ¿Cómo lo hacen?
- con respeto
- con enojo
- con tolerancia, etc.
Entonces, ¿cuál es el para qué? ¿Para qué hacen lo que hacen?
- para que aprenda a amar
- para que explore la responsabilidad
- para que en el futuro sea gerente y gane mucho dinero
- para que confíe en sus capacidades, etc.
Sólo quien sabe a dónde va puede elegir el rumbo y la manera de llegar
Conclusión
El final es el principio: Tener claro un horizonte, un hacia dónde, es la clave para educar.Hay un diálogo en la novela Alicia en el país de las Maravillas que lo encuentro genial para explicar lo que deseo:
-Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?¿Te sirve ir a alguna parte?
-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar - dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio... -dijo Alicia.
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato.
- ... siempre que llegue a alguna parte - añadió Alicia como explicación.
- ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte - aseguró el Gato -, si caminas lo bastante!
Pues entonces, tienes que clarificar tu horizonte.
- ¿Tienes horizonte en tu vida?
- ¿Sabes lo que quieres para ti?
Sólo sabiendo quién eres tú ahora, puedes ayudar a tu hijo a decidir quién quiere ser él.
Así que, madrenobra, si se te perdió el horizonte, trata de darte unos minutos para recuperar esa visión.
En otros artículos te daré pistas para recuperar tu norte, si es que lo perdiste.
¡Hasta pronto!

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