Una de las 
tareas -fundamental durante los primeros años de la maternidad- es 
encauzar, dirigir la vida de los hijos. A la palabra dirigir el diccionario le da varios significados. Unos refieren a los fines, al sitio que se desea llegar. Otros a la acción, a la tarea que ejercen quienes dirigen, al modo de dirigir.
Ambos significados son necesarios al educar en familia: fines y modos. Los padres debemos tener presente hacia dónde deseamos llevar el barco y el cómo lo conducimos.
Ambos significados son necesarios al educar en familia: fines y modos. Los padres debemos tener presente hacia dónde deseamos llevar el barco y el cómo lo conducimos.
- ¿Cuáles son los fines que deseas al dirigir a tus hijos? ¿Hacia "dónde" los diriges? ¿Los tienen claros los otros familiares que educan?
- ¿Qué modo de dirigir eliges? ¿Qué acciones llevas adelante? ¿Son adecuadas a los fines? Ten presente que se puede actuar de manera contraria a los fines que se desea.
Permitirnos el "CASI"
Si bien los fines y la modalidad deben estar claras, lo crucial al educar hijos es la flexibilidad. Permitirnos el "casi". Aceptar que no todo sale como deseamos, y aún así estamos en camino.
La manera de "dirigir hijos" se asemeja a lo que les ocurre a quienes navegan el mar. Hay rumbos, cartas náuticas, faros, etc. que ayudan al navegante pero es imposible seguir el "trillo" de otro barco. En esa línea debe interpretarse lo que se escribe sobre cómo educar. Como un marinero, los padres iremos realizando pequeños movimientos al timón para encauzar el rumbo al barco. Si una elección inclina demasiado el barco hacia un lado (que nos puede desviar de nuestro propósito) decidiremos otra para volver al equilibrio familiar.
Nos puede ocurrir más de una vez que, mirando la chacra del vecino y viendo sus resultados, creamos que hicimos algo mal. Educar es un proceso donde los resultados se perciben en lo que ocurre mientras transcurre el vínculo. Observar lo que ocurre nos permitirá adecuar nuestras intervenciones según la situación que vivimos con nuestros hijos (que no tiene por qué ser la que vive el hijo del vecino).
Busca estrategias para decidir cómo actuar
Estar
 presentes en la situación nos ayuda a elegir distanciarnos para observar. Decidir cómo actuar de acuerdo, entre otras cosas, a lo que 
deseamos que el niño aprenda y no a nuestra molestia o la de otras personas. Sin esta posibilidad, la mayoría de las 
veces reaccionamos a lo que sentimos. Por ejemplo, si tu hijo está pasando por una etapa de berrinche, aunque hayas leído sobre el tema, no es suficiente. Es preciso que aprendamos a reconocer, anticiparnos, para poder prever y tomar una decisión en lugar de actuar por reacción. Siempre debemos actuar, pero elegiremos cómo.
Por ejemplo, si sabes que está viviendo una etapa de berrinche, es necesario tener en cuenta
Por ejemplo, si sabes que está viviendo una etapa de berrinche, es necesario tener en cuenta
- el momento en que se da.
- Si fue un día largo para tu hijo, probablemente sea la manera de expresar su agotamiento.
- Si está viviendo un cambio en su vida (divorcio, muerte, mudanza, etc.) estas cosas condicionan su manera de actuar.
- el lugar
- Si se tira al suelo mientras cruzas una calle, es diferente a si estás en el super y necesitas actuar diferente.
- lo que sientes.
- Si los gritos y pataletas se dan en el supermercado, seguro te afecta distinto a si lo hace en tu casa.
A veces ayuda anticipar la situación hablando sobre el tema en algún momento del día con el niño. Los títeres, por ejemplo, dan posibilidades de representar lo que ocurre y ofrecerle al niño otra manera de reaccionar.
A cualquier edad, es mejor intervenir teniendo en cuenta:
- qué sientes en la situación donde se da el berrinche (vergüenza, enojo, fastidio) y qué sientes por tu hijo (contacta con lo mejor, pues te ayuda a no reaccionar).
- qué interpretas sobre lo que ocurre a tu hijo (para no generalizar en es un berrinche, ¿quería llevar un objeto y tú lo tomaste sin darte cuenta, está cansado, se frustró por algo?
- qué interpretas del entorno.
- qué harás y cómo. Por ejemplo, si el berrinche lo hace cuando estás cruzando una calle con tránsito deberás actuar diferente a si lo hace en la caja del supermercado.

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