Estimular el lenguaje de tu hijo pequeño ordenando juguetes

NIÑO, ESTIMULAR, LENGUAJE,
Es común preguntarnos ¿qué puedo hacer en casa para estimular a mi hijo? Y, como respuesta, inventamos propuestas guiándonos por lo que observamos, lo que nos han dicho, lo que conocemos.
En este artículo ofrezco actividades e información sobre el lenguaje y el modo de intervención.  Si las tienes en cuenta, pueden enriquecer la estimulación que haces a tu hijo en el vínculo cotidiano. 


Algunas pautas a tener presente


La casa es un escenario novedoso para enseñar y estimular a nuestros hijos. Por ejemplo, al ordenarla junto a ellos puedes enseñar nociones espaciales y temporales.

Aprovecha lo que vivencia tu hijo pequeño mientras juega y ordena. Evita la directividad. Es decir, si notas que muchas veces tienes que llamar la atención al niño con un: "A ver, ahora vamos a hacer esto", deja para otro día.

    Intervenir desde ahí, ayudará a tus hijos a:
    • Conocer el espacio,
    • Reconocer un vocabulario específico. Esto le facilitará la representación espacial cuando llegue el momento)
    • Organizar su acción en el espacio.

     

    Propuestas y formas de intervenir


    En esta oportunidad hablaré sobre cómo aprovechar el momento de ordenar los juguetes para ayudarle en la construcción de las nociones espaciales.
    Si tu hijo tiene dificultad para ordenar, es normal. A nadie le gusta ordenar porque "es la hora", quizá si encuentra una motivación le agrade.
    Pero en este artículo no hablaré de cómo enseñar a tu hijo a ordenar sus juguetes sino de cómo estimular a tu hijo mientras guarda las cosas. (El enlace conduce a una propuesta para enseñar a guardar que comparto).

    Actitudes tuyas:

    • Buena onda. Es clave. Saca tu niña payaso y disfrutá el rato. La voz, actitud, canciones, bromas, ayudan a que la alegría no se vaya a la hora de ordenar.
    • Paciencia. Si es hora de dormir y ni siquiera han cenado, quizá conviene dejar para otro día porque andarás apurada.
    • Empatía. Si observas que tu hijo está quejoso, agotado, lo que menos quiere es guardar. Trata de adecuar la propuesta incluyéndote y guardando junto a él.
    • Cuidado. Termina la propuesta antes que se termine el deseo de jugar.

    #1.- Guarda esto, por favor


    Cuando tu hijo tiene menos o alrededor de 2 años, sí o sí tú guardas con él.
    1.  Muéstrale un juguete conocido o que haya utilizado y pídele que lo guarde. Aquí pueden surgir por lo menos dos posibilidades: 
      • indicarle tú el lugar que va. En este caso utiliza una única referencia espacial (arriba, abajo, adentro)
      • dejar que él lo coloque donde cree que va.
    2. Una vez que lo guardó, realiza una referencia sobre el lugar donde lo puso. Por ejemplo, “Bien. Lo pusiste arriba de la biblioteca”. 
    3. Si no lo colocó donde va, describe el sitio en que lo puso e indica dónde debe ir. Y aquí observa. Puede ser que él corrija lo que hizo y lo lleve al nuevo lugar, o que se quede mirando. En ese caso, tú lo corriges y describes el lugar. Por ejemplo, "Ops, lo pusiste arriba de la biblioteca pero va adentro del cajón".
    Esta manera de utilizar referencias espaciales al hablar, es intencional.
    Trata que las oraciones tengan una sola referencia por vez, salvo cuando debes corregir. Refieres a la ubicación errada y nombras la correcta. Cuando el niño sea más grande, puedes complejizar la propuesta.

    Las actividades de este estilo, ayudan a reconocer que existe un vocabulario específico. Más adelante el niño lo podrá incorporar a su vocabulario.
    Si el niño no recuerda o no sabe dónde va lo que le entregas, señala el lugar y acompaña el gesto con una referencia espacial (Va debajo de esa caja). Evita términos como allí, ahí, allá.

    # 2.- ¿Dónde va esto?


    Si tu hijo tiene alrededor de 3 años, puedes variar el juego preguntándole ¿Dónde va esto?
    El niño tendrá que dar referencias sobre el lugar para que tú lo guardes.


    Lo común es que al inicio no use un vocabulario específico para indicar dónde se guarda. El vocabulario de las nociones espaciales es complejo. Quizá indique “Va allá” (si ve el sitio) o la zona general donde va (ejemplo, “En el baño”).  
    Acepta esto como válido. Cuida la exigencia. 


    ¿Cuál es la validez de esta actividad? 
    Que el niño percibe la necesidad de palabras. Sabe que existen pero aún no logra utilizarlas; prestará mayor atención para poder incluirlas en su vocabulario.
    Puedes insistir para que especifique el lugar. Pero si no responde, te lleva de la mano y señala el sitio o guarda el objeto él mismo, debes aceptarlo. La idea es que sienta la necesidad, no que sienta fracaso.
    Todas esas estrategias que tu hijo despliega para resolver el conflicto, son válidas en tanto forman parte de un proceso.


    Por favor, antes de irte comparte el artículo para que otros puedan aprovecharlo.
    Gracias

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