Muchos padres nombramos a nuestro hijo antes de nacer. El nombre es un derecho que le distingue de otros. Y más allá de lo que signifique o represente el nombre en sí, pocas veces tenemos en cuenta que éste nunca queda solo.
Una vez que el niño nace, su nombre incorpora atributos. Éstos aumentan a medida que el niño crece, y llegan a afectar su manera de ser en el mundo.
Una vez que el niño nace, su nombre incorpora atributos. Éstos aumentan a medida que el niño crece, y llegan a afectar su manera de ser en el mundo.