Cuando una mujer casada se entera que está embarazada, comparte la noticia con su esposo y quienes la rodean. Todos acogen la novedad con alegría. La comparten, la llenan de anécdotas deliciosas.
Y la madre se siente contenida ante la complejidad que se avecina. Cuando una mujer sola se entera de su embarazo ocurre lo contrario. Mira que el test salió positivo y siente miedo, no alegría.
Y la madre se siente contenida ante la complejidad que se avecina. Cuando una mujer sola se entera de su embarazo ocurre lo contrario. Mira que el test salió positivo y siente miedo, no alegría.